OBAMA EN BUCKINGHAM
El presidente Obama llega al aeropuerto de Heathrow y recibe una cálida
recepción por parte de la Reina.
Ellos son llevados en un magnífico carruaje del siglo 17 enganchado a seis
caballos blancos. Siguen en dirección al Palacio de Buckingham, saludando a
miles de británicos en el trayecto.
De pronto, el caballo de la parte trasera derecha, donde está la Reina,
suelta el flato más fuerte y horrendo del que se haya oído hablar en el Imperio
Británico. El olor es tan atroz que tanto el cochero como los pasajeros en el
carruaje, deben utilizar pañuelos sobre sus narices. Los dos dignatarios de
Estado hacen lo posible por ignorar el incidente.
La reina se vuelve educadamente al presidente Obama y le dice:
La reina se vuelve educadamente al presidente Obama y le dice:
"Señor Presidente, por favor, acepte mis disculpas... Estoy segura de que entiende que hay algunas cosas que incluso una reina no puede controlar.”
Obama, siempre tratando de ser amable responde:
"Oh Su Majestad... hasta que lo mencionó, pensé que era uno de los caballos."
EL
TATUAJE
Un
señor muy bien presentado va a una casa de tatuajes y le pide al artista que le
tatúe un billete de 50.000 dólares en la cabeza del pene.
El
tatuador le aconseja que elija otro lugar porque allí sería muy doloroso, es
más, allí nadie le vería la obra profe.
El caballero se muestra irreductible, y dice que quiere el billete tatuado en
la punta del pene, por tres razones...
El tatuador, curioso, le pregunta cuales esas razones.
El
hombre responde:
1.
Soy empresario y me gusta ver crecer el billete.
3.
Para acordarme que mi amante es la que se chupa toda mi plata.
HIJA
CONFIDENCIAL
La
hija le dice a la mamá:
¡Mami!...anoche me desperté porque escuché que te estabas quejando, me asomé por tu cuarto y vi que tu estabas brincando encima de papá.
La señora apenada le responde:
Lo que pasa hija es que tu papi está un poco gordito y para ayudarle a perder peso yo le estaba sacando el aire.
La niña replica:
Hay mami...creo que estás perdiendo el tiempo, porque una vez por semana viene la vecina y vuelve a inflar a mi papá.
¡Mami!...anoche me desperté porque escuché que te estabas quejando, me asomé por tu cuarto y vi que tu estabas brincando encima de papá.
La señora apenada le responde:
Lo que pasa hija es que tu papi está un poco gordito y para ayudarle a perder peso yo le estaba sacando el aire.
La niña replica:
Hay mami...creo que estás perdiendo el tiempo, porque una vez por semana viene la vecina y vuelve a inflar a mi papá.
Cómo
así?
Si mamita...Le coge el pipí a mi papá, se lo sopla y con la mano se lo
soba para que entre el aire.