MADRE NO HAY
SINO UNA
La profesora les pone a los alumnos una tarea sobre la madre, con motivo del día de su fiesta y que al final se remate con la frase: madre no hay sino una.
Al día siguiente le pregunta a Jaimito: Cual es tu tarea?
Este le responde: Aquella mujer abnegada, que me dio el ser, entregó
todo para que yo creciera sano. Madre no hay sino una.
Haber Pedrito, tu tarea: Una mujer que se desveló profundamente, hizo
esfuerzos para recuperar mi salud cuando estuve enfermo, me brindó cuidados en
forma permanente. Madre no hay sino una.
Alejito: Tu tarea.
Profe, ayer llegó mi madre con su mozo, a mi casa, ambos estaban borrachos,
de pronto mi madre me dice, hijo ve a la nevera y nos traes dos cervezas.
Voy a la nevera y solo encuentro una y le digo: Madre, no hay sino una.
DEDOS EN LA NARIZ
Jaimito pasa por delante de la puerta del cuarto de sus padres y no
puede dejar de mirar por la cerradura, cuando ve a sus padres haciendo el 69.
Al cabo de un rato, se aparta y exclama:
¡Uy! y luego me dicen a mi que no me
meta los dedos en la nariz.
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